La cita del Maestro Sastre Lavandero y sus ayudantes, es a las 7:00 de la mañana; los músico (tamboreros, pitero, jaranero y guitarrista llegan a las 8:30 de la mañana). La cita es en casa del Mayordomo de la Virgen del Rosario.
Al llegar al lugar y por costumbre, pasa uno a persignarse al altar, donde en un camarín y como imagen principal se encuentra un Niño Dios, denominado Niño de Espera (la imágen de Manuel Niño Salvador del Mundo), esta vez, vestido de San Juán Diego, flores a los pies y lados del camarín (gerberas, gladiolas, pompones, margaritas, por mencionar algunas). Sobre una mesa y frente al Niño Dios, se coloca la ropa y las alhajas de las Virgencitas (La Virgen del Rosario, la Virgen de Candelaria y la Virgen de Olachea María (Santa Teresita del Niño Jesús), éstas últimas, siendo, monedas antiguas , resplandores (de los Niños Dios), coronas, todo ello depositado en toles, algunos de estos finamente laqueados con flores tradicionales de Chiapa de Corzo y otros mas de pintura comercial y floreados de manera actual; sobre la misma mesa un vaso con agua, una veladora, un plato para la limosna, bolsas de cartera de petate con los nombres de las Virgencitas; listones de colores; al pie del altar, dos ramos de rosas rojas y rosas y un par de candelas, un sahumerio y una cubeta con una manta sobre ella.
Altar en casa de los Mayordomos de la Virgen de Copoyita Rosario, donde se denotan las alhajas y ropita de las Virgencitas.
Mientras llegan y siguen llegando los principales (Albaceas, Priostes, Mayordomos); se tocan los sones primeramente del Rosario, Candelaria y Olachea; en tanto las principales asisten al Costumbre con un rebozo en la cabeza, un tol decorado con flores y fondeado por lo regular en negro; dentro del mismo, un kilo de maíz y su limosna, envuelta en una servilleta; sobre el tol, flor de la preferencia de las mismas (tanto el tol con su contenido y las flores se entregan a los Mayordomos, organizadores de la fiesta).
Por su parte, en una sección anexa de la casa, se denotan otros cargos de la Mayordomía y Priostería; las comideras, un grupo de señoras de edad, que preparan dentro de una paila y sobre un fogón, con leña tizada, el tradicional Canané con Frijol, en tanto en otra, preparan únicamente el Canané (tamal de masa de maíz con sal y manteca, envuelto con hoja de Maíz o bien denominada Hoja de Milpa), en tanto que en la primera paila se prepara el frijol con carne, cebolla de cola, manteca y sal, por citar algunos ingredientes. Más adelante, una señora, con un cargo denominado Pozolera, quien se encarga de batir el pozol blanco (el cual se sirve sin azúcar y con panela) y e pozol de cacao (el cual se sirve con azúcar), ambos en los denominados Bochis o Jicaras, mas o menos frios; es importante señalar, que primeramente, quien llega a la lavada, se le ofrece café con pan y un tiempo después se ofrece el tradicional pozol.
En una sección, única y exclusivamente están los hombres en círculo. En la primera silla, el Albacea, seguido de los cargos mayores, hasta llegar a los menores, están sentados allí, los maestros bailes y demás personalidades floreadas.
Dentro, donde está el altar (mismo que fue descrito al principio), se sientan en orden , desde la Albacea mujer, las cargueras mayores, hasta las menores.
Llegado el tiempo de la lavada de las Joyas de la Virgen, un grupo de hombres, encabezados por el albacea, salen en dirección al altar (es importante mencionar que un tiempo anterior, la Albacea mujer y Priostas salieron de donde está el altar descrito al principio y formaron un circulo de mujeres a la par del de los hombres), recogen del altar, las alhajas de las Virgencitas, y en fila, siguiendo al Albacea, se dirigen a donde está la Albacea mujer, pide permiso para avisar que se realizará la Lavada de as Joyas; delante del Albacea hombre, el maestro Jaranista y la guitarra acompañan a las Joyas; la Albacea, las Mayordomas y las Priostas se levantan y besan las joyas de la Virgen del Rosario, la Virgen de Candelaria y la Virgen de Olachea, así como una palangana que lleva, jabón zote, estopa, pasta, limón, todo ello para limpiar las joyas; detrás de la palangana, tres canastas y tres mantas, en donde se depositarán las alhajas ya limpias. Todos y todas, besan los toles donde van las Joyas.
Una vez pasadas las Joyas entre los hombres y luego entre las mujeres, el Albacea hombre, entrega a la Albacea mujer, las joyas; así como el material para lavarlas y las canastas y mantas para colocarlas y que se sequen en el sol. La Albacea, toma los toles y demás y con un grupo de Priostas, se disponen a lavar las Joyas, depositando o posando (sobre una banca larga) los toles para comenzar a limpiar las Joyas con estopa, la cual contiene pasta; toman una pieza; por ejemplo, un resplandor y grotan el mismo; enseguida, lavan las Alhajas con limón, las desaguan, las lavan con jabón zote y las desaguan por última vez, hecho lo anterior depositan las joyas en las canastas con las servilletas puestas al fondo y un grupo de Priostas en fila, se dirigen a dejar las canastas, toles, palanganas y demás al sol, para que se sequen; en tanto la ropita de las Virgencitas se había comenzado a lavar desde temprano y se terminó de lavar la última prenda entre las 11 y 12 de la mañana, para ese momento, el Albacea hombre le entrega al Maestro Sastre Lavandero, los listones que se cambiaron de las alhajas (tales listones están previamente planchados y cortados; estos mismos son entregados a cada uno de los asistentes a la lavada de la ropita, como relique o prueba de su asistencia).
Una vez pasadas las Joyas entre los hombres y luego entre las mujeres, el Albacea hombre, entrega a la Albacea mujer, las joyas; así como el material para lavarlas y las canastas y mantas para colocarlas y que se sequen en el sol. La Albacea, toma los toles y demás y con un grupo de Priostas, se disponen a lavar las Joyas, depositando o posando (sobre una banca larga) los toles para comenzar a limpiar las Joyas con estopa, la cual contiene pasta; toman una pieza; por ejemplo, un resplandor y grotan el mismo; enseguida, lavan las Alhajas con limón, las desaguan, las lavan con jabón zote y las desaguan por última vez, hecho lo anterior depositan las joyas en las canastas con las servilletas puestas al fondo y un grupo de Priostas en fila, se dirigen a dejar las canastas, toles, palanganas y demás al sol, para que se sequen; en tanto la ropita de las Virgencitas se había comenzado a lavar desde temprano y se terminó de lavar la última prenda entre las 11 y 12 de la mañana, para ese momento, el Albacea hombre le entrega al Maestro Sastre Lavandero, los listones que se cambiaron de las alhajas (tales listones están previamente planchados y cortados; estos mismos son entregados a cada uno de los asistentes a la lavada de la ropita, como relique o prueba de su asistencia).
Lavada de las Joyas de las Virgencitas de Copoya, por Priostas de la Mayordomía y Priostería Zoque de Tuxtla Gutiérrez.
Antes, durante y después de la lavada de las Joyas, tanto el grupo de hombres, como mujeres conviven tomando refresco, comiendo botanas, algunas llevadas por las asistentes y otras más, proporcionadas por los Mayordomos, dueños de la casa.
Al regresar las cargueras (Mayordomas y Priostas, así como la Albacea), a su lugar; el grupo de hombres se dispone a mojarse la cabeza, pies, rodillas, manos; con el agua bendita que se dejó al desaguar la ropita de las Virgencitas de Copoya; otros más toman de las tinas el agua bendita para llevarla a su casa.
Por su parte, acompañando al altar, el Maestro Pitero, y los Maestros Tamboreros, alternados con el Maestro Jaranero y la guitarra, tocan los sones que distinguen a la música Zoque de Tuxtla Gutiérrez, siendo así que el Maestro Pitero, toca los sones de Santa Cruz y San Roque.
Tiempo más tarde, las comideras sirven en las porcelanas el denominado Canané con Frijol, depositando primero la carne cortada en trozos, sobre ella el frijol, y por último la salsa de jitomate rojo con cebolla y cilantro picado, se sirven las porcelanas en la mesa, en donde se vierte el caldo de frijol sobre los mismos; se acompaña del Canané y tortillas, estas últimas en dado caso se requiera. Antes de comer, el Albacea, comienza la oración, rezando el Windacoy para dar la bendición a los Mayordomos, se persignan los que están frente a los alimentos sagrados y se disponen a comer.
Al finalizar la comida, el Albacea da las gracias y en fila se dirigen todos los hombres al altar, para persignarse y dar las gracias por la comida, se da la mano a cada uno de los concurrentes en orden y se agradece a la demás concurrencia (a la par que se dá de comer a los hombres, se sirve a las mujeres, las cuales permanecen sentadas).
Para dar fin al Costumbre en el primer día a la Lavada, se sientan 12 mujeres encabezadas por el Albacea mujer, para tomar las 12 copitas (cuenta de los 12 cargos principales), de esta manera, cada hombre comenzando por el Albacea, sirven a cada mujer una copita; posteriormente, se invierten los lugares y las mujeres, comenzando por la Albacea sirven una copita a cada hombre, al finalizar termina tomando una copita quien la sirvió.
Ceremonia de las 12 copitas, entre los Albaceas, Mayordomos y Priostes de la Mayordomía y Priostería de los Zoques de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.